RECOMENDACIONES PARA EL CUIDADO Y CONSERVACIÓN DE LA VOZ
1. No haga uso inadecuado de la voz
• No hable con voz monótona de tono bajo.
• No permita que la energía vocal disminuya tanto que el sonido pase a ser tosco.
- Mantenga una voz alimentada por el flujo respiratorio, de manera que el tono se mantenga, varíe y suene bien.
- Permita una variación del tono vocal mientras habla.
• No contenga la respiración mientras piensa lo que va a decir.
- Mantenga la garganta relajada cuando empiece a hablar.
- Utilice los músculos respiratorios y el flujo de aire para iniciar las frases: inicio coordinado de la voz.
• No hable con frases más largas que el ciclo respiratorio natural: evite expresar las últimas palabras de un pensamiento con una potencia respiratoria insuficiente.
- Hable lentamente, realizando pausas frecuentes en los límites naturales de las frases, para que su organismo pueda respirar de manera natural.
• No ponga en tensión la parte superior del tórax, los hombros, el cuello y la garganta para inspirar o para emitir los sonidos.
- Permita que el cuerpo se mantenga alineado y relajado y que la respiración sea natural.
- Permita que el abdomen y la caja torácica se muevan libremente.
• No apriete los dientes, ni tense las mandíbulas o la lengua.
- Mantenga separados los dientes superiores e inferiores.
- Deje que la mandíbula se mueva libremente durante el habla.
- Aprenda ejercicios de relajación específicos.
2. Mantenga un estilo de vida y un entorno saludable.
• No exija a su voz más de lo que exigiría al resto de su cuerpo.
- Destine varios períodos de tiempo al reposo de la voz durante el día.
• No utilice la voz de manera amplia o agotadora cuando esté enfermo o se encuentre cansado.
- Haga reposar la voz junto con el cuerpo: también se fatiga.
• No utilice la voz cuando la note tensa.
- Aprenda a ser sensible a los primeros signos de fatiga vocal: disfonías, tensión de la garganta, sequedad.
• No exponga la voz a una contaminación excesiva y a productos deshidratantes: humo de cigarrillos, humos químicos, alcohol, cafeína, aire seco.
- Mantenga el aire y el cuerpo limpio y humedecido: beba 8 a 10 vasos de agua al día y más si realiza ejercicios o toma alcohol o bebidas con cafeína.
- Mantenga una humedad del aire del 30%.
• No ande con el cuerpo encorvado, ni adopte posturas poco equilibradas.
- Aprenda y adopte hábitos adecuados de postura y alineación.
- Haga con regularidad algún tipo de ejercicio físico: caminata, natación, etc.
• Evite excesos en la alimentación.
- Coma una dieta balanceada incluyendo vegetales, frutas y granos enteros, etc.
3. No abuse de la voz
• No carraspee, ni tosa habitualmente.
EN VEZ DE ELLO:
- Bostece, para relajar la garganta.
- Trague lentamente y beba un poco de agua.
• No grite ni chille habitualmente.
EN VEZ DE ELLO:
- Utilice sonidos no vocales: palmas, silbidos, etc.
• Evite hablar de manera prolongada a larga distancia y en el exterior.
EN VEZ DE ELLO:
- Acérquese para que puedan oírle, sin tener que gritar.
• Evite hablar en un entorno ruidoso: música intensa, equipo de oficinas, clases ruidosas o lugares públicos, en coches, autobuses y aviones.
EN VEZ DE ELLO:
- Reduzca el ruido de fondo.
- Hable siempre de frente a la persona a la que se dirija.
- Colóquese cerca de quien lo escucha.
- Espere a que los estudiantes estén en silencio.
• No intente dirigirse a audiencias numerosas, sin una amplificación adecuada.
EN VEZ DE ELLO:
- Utilice micrófono.
• No hable o cante más allá de la gama en que se encuentre cómodo.
EN VEZ DE ELLO:
- Conozca sus límites físicos, en cuanto a tono e intensidad.
- Al hablar use el timbre de voz al nivel que usa al decir ¿Umm-hmm?
- Busque ayuda profesional.
• No hable mucho durante un ejercicio físico agotador.
EN VEZ DE ELLO:
- Después de un ejercicio aeróbico, espere a que su sistema respiratorio le permita acomodar una producción de voz óptima.